Authors: Lea Ranacher (Wood K Plus), Helga Pülzl (EFI Forest Policy Research Network), Liisa Tyrväinen (Natural Resources Institute Finland LUKE), Georg Winkel (EFI)
Los ciudadanos que viven en Europa aprecian los bosques por las ventajas sociales que proporcionan, y literalmente todos ellos consumen productos forestales que van desde muebles hasta artículos de papel. Sin embargo, cuando se les pregunta sobre sus percepciones y las ventajas de los bosques, las ventajas medioambientales son las más conocidas y reciben la mayor apreciación.
En un estudio del Eurobarómetro de 2016, las ventajas más importantes mencionadas con mayor frecuencia fueron las siguientes:
- absorción de dióxido de carbono para combatir el cambio climático - 66%
- suministro de hábitats naturales a los animales - 63%
- protección de las personas contra desastres naturales, como inundaciones y avalanchas - 40%
El potencial económico de los bosques, como su capacidad para proporcionar productos de madera y energía, sus contribuciones al empleo, las actividades ecológicas y el desarrollo rural, no obtuvo un puntaje alto. Tampoco lo hizo su importancia para las actividades de ocio saludables, aunque hay grandes variaciones regionales en Europa, ya que la recreación al aire libre es mucho más apreciada en el norte en comparación con los estados miembro del sur. Sin embargo, durante la pandemia de COVID-19 en 2020, las oportunidades de recreación en los bosques han sido muy utilizadas. Su importancia para la recreación, la salud y el bienestar está bien documentada en la literatura.
En 2018, el 39,3% de la población de la UE vivía en zonas urbanas como ciudades, el 31,6%, en poblaciones y zonas residenciales periurbanas y el 29,1%, en zonas rurales. Si bien existen diferencias en cuanto al país, la edad, el sexo y la educación de los encuestados y, en algunos casos, entre las personas que viven en zonas rurales o urbanas, la percepción general de los bosques es notablemente coherente en todo el continente: sus ventajas medioambientales se perciben como las más importantes. En particular, las mujeres, las personas con educación superior o los ciudadanos urbanos tienden a dar una preferencia comparativamente mayor a las ventajas medioambientales de los bosques que los varones, las personas con educación inferior y la población rural. La madera y los productos derivados de ésta, como los destinados a la construcción, los compuestos, los productos químicos, los embalajes, los textiles o los combustibles, son apreciados, ya que sustituyen los materiales fósiles. Sin embargo, los ciudadanos tienen poco conocimiento sobre ellos y están preocupados por su sostenibilidad medioambiental.
Algunos estudios indican una satisfacción general con la gestión forestal, aunque con diferencias regionales y percepciones parcialmente negativas de las operaciones de silvicultura. Las personas con experiencia profesional en silvicultura o los propietarios y administradores forestales demuestran un apoyo significativamente mayor a las operaciones silvícolas y a la explotación económica de los bosques que el público en general. Los signos visibles de la tala (intensiva) de madera, especialmente cortes a tala rasa, impactos de la maquinaria de recolección en zonas forestales y caminos forestales, suelen ser percibidos negativamente por los ciudadanos. A su vez, los bosques mixtos y ricos, y la gestión cercana a la naturaleza son las opciones de gestión preferidas.
Los árboles de grandes dimensiones son percibidos como hermosos. Sin embargo, los estudios muestran algunas diferencias entre las preferencias expresadas de manera verbal y visual mediante fotos. Aparentemente, hay compensaciones entre las preferencias de la sociedad respecto de los servicios ecosistémicos forestales y los objetivos de silvicultura cuando estos se traducen en intervenciones concretas de gestión forestal. Es posible que el público en general no lo considere en las encuestas.
Algunos estudios señalan que una proporción relativamente alta de encuestados se siente bastante mal informada sobre los bosques y tiene poco conocimiento acerca de los propósitos y efectos de la gestión forestal. Esto indica la necesidad de mejorar la información, la educación y la comunicación sobre los bosques y su gestión, explicando también las sinergias y compensaciones entre los diferentes servicios ecosistémicos forestales relacionados con las distintas prácticas de gestión.